Decíamos del cuidado y esmero de Jesús por nosotros los hombres...
Podríamos decir que si yo trato de que mi “cuzco” lleve una vida de “humano”, estoy loco... Querer hacer que mi perro deje de llevar una vida de perro, y lleve vida de humano... es estar loco!.. Y menos pensar que yo me haga “perro” como el “Cuzco” para que él sea como un “humano”...
Y sabés?...
Dios quiso y quiere hacer una cosa parecida con cada uno de nosotros!.. Diríamos también que es un “loco”!..
Dios quiere que yo “hombre” me vaya transformando en un “dios” (con minúscula! por supuesto!). Quiere que viva su “VIDA”, y se la pida!..
Y para hacer que esto sea posible, El se hizo “humano”: tomó de nuestra carne... se hizo uno igual a nosotros, para hacer que nosotros seamos “otros” Cristos...
Y para ello:
nos dió el Bautismo, que nos hace “hijos” de Dios!
Nos dio la confirmación que fortalece esa filiación!.. (nos da su mismo Espíritu para que obre en nosotros con su Poder!)
Nos alimenta con comida especial, que nos va divinizando: su Cuerpo y su Sangre! La Eucaristía.
Nos cura cuando enfermamos nuestro espíritu por el pecado, a través del Sacramento de la Penitencia y de la Unción de los enfermos!..
Más:
hizo que hombres como nosotros, hicieran todo eso “en su Nombre”: los ungió de un modo especial; los consagró sacerdotes para que actuaran en su Nombre! e hicieran realidad este antojo de Dios... de que seamos sus hijos y vivamos felices junto a El!
Nosotros no lo podíamos hacer: pero El sí lo pudo hacer!...
Es decir:
nuestro esmero por querer hacer que el “Cuzco” comparta nuestra vida de “humano” es una “pavada”, porque nunca podrá ser así!...
Pero: el proyecto de Dios, no es una pavada!..
Mi Dios sí lo logró!..
Logró su intento de que “yo”, humano, pueda ser como El...
Y lo pone a nuestro alcance, para que sea realidad!..
Mi Dios... qué no haces por nosotros!...
Podríamos decir que si yo trato de que mi “cuzco” lleve una vida de “humano”, estoy loco... Querer hacer que mi perro deje de llevar una vida de perro, y lleve vida de humano... es estar loco!.. Y menos pensar que yo me haga “perro” como el “Cuzco” para que él sea como un “humano”...
Y sabés?...
Dios quiso y quiere hacer una cosa parecida con cada uno de nosotros!.. Diríamos también que es un “loco”!..
Dios quiere que yo “hombre” me vaya transformando en un “dios” (con minúscula! por supuesto!). Quiere que viva su “VIDA”, y se la pida!..
Y para hacer que esto sea posible, El se hizo “humano”: tomó de nuestra carne... se hizo uno igual a nosotros, para hacer que nosotros seamos “otros” Cristos...
Y para ello:
nos dió el Bautismo, que nos hace “hijos” de Dios!
Nos dio la confirmación que fortalece esa filiación!.. (nos da su mismo Espíritu para que obre en nosotros con su Poder!)
Nos alimenta con comida especial, que nos va divinizando: su Cuerpo y su Sangre! La Eucaristía.
Nos cura cuando enfermamos nuestro espíritu por el pecado, a través del Sacramento de la Penitencia y de la Unción de los enfermos!..
Más:
hizo que hombres como nosotros, hicieran todo eso “en su Nombre”: los ungió de un modo especial; los consagró sacerdotes para que actuaran en su Nombre! e hicieran realidad este antojo de Dios... de que seamos sus hijos y vivamos felices junto a El!
Nosotros no lo podíamos hacer: pero El sí lo pudo hacer!...
Es decir:
nuestro esmero por querer hacer que el “Cuzco” comparta nuestra vida de “humano” es una “pavada”, porque nunca podrá ser así!...
Pero: el proyecto de Dios, no es una pavada!..
Mi Dios sí lo logró!..
Logró su intento de que “yo”, humano, pueda ser como El...
Y lo pone a nuestro alcance, para que sea realidad!..
Mi Dios... qué no haces por nosotros!...
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