“QUE
NADIE SE ENGAÑE…” –
(1 Co.3, 18-23)
-No es que Pablo, muy
instruido, esté en contra de la
inteligencia humana… necesaria para ir abriéndonos camino en la vida: debemos “crecer en estatura y sabiduría”…
PERO: esta “sabiduría humana” que vayamos adquiriendo o hayamos adquirido, no “nos haga insensatos” (= faltos de sensatez, cordura, buen juicio…) y así poder “ser
realmente sabios”… pues el hombre siempre quiere ir más allá de
lo que palpan nuestras manos… hay un ‘deseo
abierto’ en el corazón del hombre…
-“Porque la
sabiduría de este mundo es locura delante de Dios”: El
(Así,
cuántas veces hemos escuchado “argumentos” tontos como: ‘yo nunca encontré el
alma debajo de mi escalpelo o bisturí’… O como aquel que fue enviado al espacio
y dijo o le hicieron decir: ‘Subí al Cielo y no lo ví a Dios’…, etc. etc.)
-“El Señor conoce los razonamientos de los sabios
(de los que ‘se creen’ sabios), y sabe que son
VANOS” (=vacíos, como una chaucha sin grano!)
-Ante esta situación,
Pablo nos pide que si nos vamos a
gloriar, nos gloriemos en Dios!.. Porque “todo es de ustedes…”
TODO: “Pablo, Apolo, Cefas…” este cura, aquel… este obispo… este
coordinador… Más: “el mundo, la vida, la muerte, el presente, el
futuro… TODO es de ustedes….”
“PERO:
USTEDES SON DE CRISTO, Y
CRISTO ES DE DIOS!..”
Todo es de Dios…
La salud, la
enfermedad, la vida, el bienestar, el malestar, el dolor, la angustia, la
pobreza, la riqueza… todo es mío… PERO:
yo no soy mío! Soy de Cristo! Que me
rescató y me ama!
-Todo lo mío de es
Dios, porque también, en cada momento, se lo ofrezco al Padre en Jesús, por Jesús,
con Jesús… para que mi vida sea “divina” (=divinizada por los méritos de Cristo!)
Ya no soy un “descarte”, como muchos quisieran
considerarme. Tengo “dignidad” y “soy
importante” a los ojos de Dios…
Aleluia!..
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