CUÁNTO
TE CONOCES A TÍ MISMO?.. (1Co.2,10-16)
Pablo dice que sólo el espíritu del hombre puede conocer lo
más íntimo del hombre…
Y un sabio, griego,
antiguo, aconsejaba: “Conócete a ti mismo”: el conocimiento de nuestras
capacidades, virtudes y debilidades, lo puede realizar nuestro propio espíritu:
reflexionando, analizando, entrando en nuestra soledad… ver cuáles son esas
cualidades con que he sido dotado… Es decir: descubrir quién soy, cuánto puedo…
No es una tarea fácil.
Lleva su tiempo, y no terminamos nunca, pues nuestro espíritu está preso en
nuestra carne…
“De la misma manera, dice Pablo, nadie conoce los secretos de Dios, sino el Espíritu de Dios!”
“Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que viene de Dios (por el Bautismo), para que reconozcamos los dones gratuitos que Dios nos ha dado!” Cuánto nos da en cada momento...
Por el Bautismo se nos
dio el Espíritu Santo, y este nos da un lenguaje y enseñanza, que expresa en
términos espirituales las realidades del Espíritu”.
“El hombre puramente natural, no valora lo que viene del Espíritu de
Dios”. Es una locura para él. No lo puede entender…. Porque, para ello, necesita del Espíritu (con mayúscula).
Pablo afirma: “Nosotros tenemos el pensamiento de Cristo!” :
Estoy tan lleno del
Espíritu Santo, como para decirlo?..
Esto, tampoco es fácil:
debemos aprender a escucharlo, a seguirlo, y dejar que Él obre en nosotros,
silenciando nuestro razonar humano. Suplicarlo…
Es “abrir” nuestra mente y nuestro corazón
a sus enseñanzas…
Sólo con la fuerza del
Espíritu podremos proclamar que Dios es nuestro Padre…
Sólo con la fuerza del Espíritu podremos ser sus testigos!..
Porque el Espíritu
de Dios está en nosotros!
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