viernes, 18 de marzo de 2011

COMO PUEDES DECIR?...




“Cómo puedes decir el Señor me abandonó. Mi Señor se ha olvidado de mí!”
Puede una madre olvidarse del fruto de sus entrañas? Aunque la hubiera, Yo nunca me olvidaré de ti!” (Isaías 49, 14-15)

Por lo tanto, “no te inquietes por el día de mañana”. El ayer ya no existe más, el mañana no sabes si vendrá!
Lo que importa es el hoy, y hoy Dios me ama! Dios es amor y no cambiará.
No se inquieten por su vida, pensando…
Miren los pájaros del cielo!.. qué les falta?... y ustedes no valen más que ellos?..
Preocupándote tanto por ti, piensas que podrás agregar un instante  más a tu vida?
Te preocupas de cómo vas a poder “empilcharte”?... observa los lirios del campo, cómo los viste el Padre de los Cielos!... con colores, perfumes, prestancia… y ellos no hacen nada!... Dios los viste!.. Entonces… cuánto más hará el padre por ustedes, hombres de poca fe!..

Si… pero qué vamos a comer? Qué vamos a beber?.. con qué nos vestiremos?...
Son los “paganos”, los que no conocen a Dios, los que andan angustiados por detrás de todas estas cosas!.. El Padre sabe bien qué es lo que necesitas!..

Entonces – dice Jesús – busquen primero el Reino de los Cielos y su justicia (= santidad), y TODO lo demás se les dará por añadidura!
No se inquieten por el mañana, pues el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción!” (Mt. 6, 24-34)
Dios no quiere que nos amarguemos.
Que nos preocupemos del presente, y que no busquemos más aflicción que la necesaria, la del día!

Por ello, Jesús comienza diciéndonos que no podemos servir a dos señores: a Dios y a las riquezas o dinero. Uno de los dos nos preocupará más que el otro; y ocupará el lugar de privilegio en nuestro corazón, desplazando al otro.
Por ello nos llama a la confianza en Dios Padre, que sabe lo que necesitamos y nos lo provee… pero quiere que hagamos lo que El quiere de nosotros… quiere que esa preocupación sea por “sus cosas”, y El se encargará de las nuestras!..

Cómo me puedo olvidar de ti?
Si una madre no olvida a su hijo, menos yo!
Y aunque haya alguna que lo haga, Yo no lo haré jamás!...


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