domingo, 5 de diciembre de 2010

Adviento... "El Reino de los Cielos está cerca"

(Mateo 3, 1-12)

“Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca.
“Produzcan frutos de una sincera conversión,
Y no se contenten con decir: “Tenemos por padre a Abrahán…”

No basta estar bautizado. No basta ser cursillista. No basta ser carismático. Debe haber frutos de una verdadera conversión.

Mateo 7, 21: “No son los que dicen “Señor! Señor!” los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los QUE HACEN LA VOLUNTAD DEL PADRE!”

Dios no quiere “aduladores”… Sí quiere adoradores en verdad!...
De qué vale que yo le “diga” cosas lindas al Señor, si no hago lo que El quiere?...
Si le digo “Señor! Señor!”… pero El no reina en mi vida… no manda en mi vida, es mentira que El sea “Mi Señor!”…
De qué sirve que yo lo alabe con “mentiras”… No tiene sentido!.. Que vale que yo esté bautizado en su Nombre y no vivo la Ley del Amor?... De qué vale que yo haya hecho cursillos, seminarios de vida, encuentros… si no hago su Voluntad?.. Si yo vivo y actúo según mis criterios humanos personales?..

Juan Bautista dicen que no crean que porque son descendientes de Abraham, están a salvo.
Es que Abrahán se encargará de delatarlos y renegar de ellos porque no se portan igual que él…

Vendrán – dice Jesús – a golpear para que les abra y los deje entrar… y El les responderá: “No los conozco!”

Juan tuvo el coraje de enfrentar la “mentira”  y denunciarla, para que cambien… Hoy también a mí me pide coraje y decisión para proclamar “con mi vida”, la Buena Noticia de Jesús, para “conversión”… confesando nuestros pecados (= reconociendo que soy pecador, y que debo cambiar, y que tomo esa decisión… para que Cristo me transforme, para que El cambie mi vida! Para que yo pueda asumir sus criterios de vida, dejando de lado mi parecer!)

“No todo el que dice “Señor! Señor!”, sino el que hace la Voluntad del Padre…”
Y cuál es la Voluntad del Padre?
“Con el mismo amor que el Padre me amó, yo los he amado a Uds. Permanezcan en mi amor!”
“Ustedes permanecerán en mi Amor, si hacen lo que yo les mando”.
“Mi mandato es este: ámense como yo los he amado!”

Y Cristo no quiere un amor platónico, etéreo, sentimentaloide, sino un amor REAL, que “DUELA”, como decía la madre Teresa! Es que en el dolor estamos más seguros de que es REAL…
Un amor REAL que no se basa en mis sentimientos o parecer, sino en los criterios de Cristo: o sea:… en la cruz! “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!”

Para poder vivir este amor, somos bautizados en el Espíritu Santo y el fuego… Es el Poder de Dios en nosotros, que hace posible esas obras de conversión: “dejémoslo” hacer en nosotros. No desoigamos su voz. No seamos rebeldes sino obedientes a sus mociones.
En última instancia, recordemos que es El quien tiene la “zaranda” en sus manos… Es El quien nos va a juzgar… Es el quien va a “separar” mis granos (actos, mis obras), de lo que es “vano”-hueco vacío… “paja”. Esta irá al fuego.
A propósito dice Isaías (11,1-10): Y no se deja llevar por las apariencias, ni juzga por lo que oye…”
El es “justo”… decide con “rectitud”… (no acepta coima ni adulación…)
Que el “violento” se cuide!... porque es “Justo y fiel” a sus promesas…

Busquemos a Jesús… entremos en su morada… escuchémoslo!... Luego el nos cubrirá con su Gloria!...


Carcarañá 04-12-2010

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