lunes, 17 de agosto de 2009

Mi Perro... Inquietud... (5)




Mi cuzco (petiso chueco y peludo), marca “perro”...
cuando estamos sentados a la mesa o tomando unos mates, por supuesto que él está allí, porque sintió el ruidito del preparativo, o el aroma... Está “ansioso”, gruñendo de a ratos, llamando la atención para que le alcancemos un trozo de masita o de carne (de la que tenemos en nuestro plato! Por supuesto!... porque la de su comedero es “distinta”...!)

Hoy – yo – que soy superior al perro, y que entiendo cuando me habla Jesús y me ofrece su “alimento”... qué poco ansioso estoy junto a su Mesa!...
Me llama a recibir su “Pan”... y allí voy como arrastrando los pies porque todos van... En cambio el Cuzco da un salto, o corre...

Es que aún no entendí lo que “me habla” mi Señor...
Aún no entendí que su alimento “me transforma”... que su alimento me da “su” vida... para que deje de ser “pura carne”, y me “espiritualice”... porque para ello fui creado... y que mi felicidad está allí, con El!..

Necesito estar sentado a su lado, escuchando su voz... aprender a encariñarme con El... a seguirlo... a necesitar sus caricias... como hace mi cuzco, que cuando lo llamo a salir a caminar salta de contento y ladra!.. O cuando estoy a la mesa y le alcanzo algo... y lo recibe con gusto...

Te invito a que juntos –hoy – nos detengamos frente a Jesús... que lo contemplemos en su Palabra (leyendo la Biblia!...) Algún pasaje donde nos manifieste su Amor... sus planes de Amor para con nosotros...
y que nos lleve a “desear” con más ansiedad, con más inquietud de acercarnos a su Mesa Eucarística... aprendiendo a valorar su riqueza: es el mismo Dios que viene a mí... Y que todas sus riquezas son para mí... según dice la Escritura – porque soy “co-heredero con Jesús”!
Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario