jueves, 10 de octubre de 2013

Un pequeño detalle...

Pedro y otros discípulos fueron a pescar...
Jesús se les aparece a la orilla...
Habían estado toda la noche y no habían pescado nada...
Jesús los espera en la orilla... - "Tienen algo para comer?"
- "Nada!"- le dijeron.
- "Echen la red a la derecha..." (?)
Recogieron tantos peces... Juan le dice a Pedro: - "Es Jesús!" (Juan 21, 1-14)

Cuando llegan a la orilla ya Jesús les había preparado el fuego, y tenía un pescado a las brasas y pan para ellos...
Un pequeño gesto... para concluir una noche de trabajo, sin resultados hasta que apareció Él.
Qué lindo que es un asado a primera hora del día, y junto al río... luego del esfuerzo de la noche... sentarse a compartir un asadito... una comida y pan calentito!..

Esta es la atención con que Jesús nos espera cada día al realizar la Eucaristía...
Sabe de nuestro esfuerzo y cansancio, por éso quiere compartir su mesa con nosotros... Y el "alimento" es Él mismo...  Un "pan de Ángeles"... con todas sus virtudes y poderes... un alimento que "nos asimila a nosotros": nos transforma de débiles en fuertes!..

Lo aprovechamos?...

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