viernes, 26 de marzo de 2010
Glorifiquen conmigo al Señor!..
“Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su nombre todos juntos!” (Salmo 33,18b)
Déjame proclamar tus maravillas, Señor!
Déjame proclamar tu sabiduría, tu ingenio al crear el mundo!
Déjame cantar tu orden y poder, porque dijiste, y las cosas fueron hechas, y cómo!.. Todo lo hiciste bien!
Desde la dureza del cocodrilo y del rinoceronte, hasta la fragilidad colorida de una pequeña y débil mariposa!
Déjame imaginar la fuerza que sostiene la tierra en su giro y la atracción de todos los demás planetas y estrellas! Qué orden, mi Señor!.. Tu dijiste y todo fue hecho!.. Nadie te ayudó!
Qué inventiva al darle prestancia y elegancia a un pequeño insecto… le diste movilidad propia, movimientos ordenados, sincronizados…
Observo tus mariposas y otros animalitos… su variedad!.. Su delicadeza y fragilidad… el principio de cohesión que les has dado!... ese principio vital… sólo por unos días de vida!.. Tanta belleza!.. Y no es sólo “una”, son miles las que tu creaste… y tan variadas… sus órganos… frágiles, pequeños, pero fuertes para cumplir su ciclo vital… imprimiste en ellos un “programa” vital… que se repite y mantiene en sus sucesores… ese instinto de conservación, ordenado, y no errático!
Bendito seas, Señor! También en todos tus animales domésticos… vemos su memoria de las personas, de los gentos, de la voz… su disponibilidad para compartir nuestra vida, para manifestarnos su contento al estar a nuestro lado… hasta de defendernos de los extraños…
Cómo inventaste todo esto, Señor?...
Cómo lo hiciste tan bien y tan variado?
Hasta se comunican (a su modo) con nosotros los humanos!.. La mirada del perro, el movimiento de su cola, sus saltos, su ladrido distinto, sus miedos, etc…
Qué unión, trama de huesos, tejidos, músculos, obedeciendo órdenes de su cerebro!.. de sus instintos…
Y cuando miro al hombre… a quien tantas veces despreciamos, minusvaloramos, abandonamos, asesinamos, destrozamos… la obra de arte que has hecho de cada uno de nosotros!...
El Salmista dice: “qué le viste al hombre para estar tan atento a él?”… Pero: somos obras salidas de tus manos… y ni un pelo de nuestra cabeza cae sin tu autorización…!
Tan importantes somos para ti!...
Y a veces creemos que nosotros somos más capaces que Vos porque podemos manipular “algo” de tu obra!.. Y cuánto la arruinamos!
Tu Sabiduría imprimió en nosotros caminos, rutas, normas,… modos de actuar “propios” de nuestra naturaleza, y nosotros creemos que sabemos más que Vos y queremos intervenir… modificar sin saber las consecuencias nefastas a las que podemos llegar... por que Vos: TODO lo hiciste BIEN!... pero: nosotros somos ignorantes… creemos que “descubrimos la pólvora”, y Vos lo sabés todo!...
Nadie hasta hoy – ha fabricado la VIDA… y eso que vivimos en un mundo lleno de vivientes…
Qué poco me detengo a admirar la vida… la vida de las plantas, la de los insectos, de los animales mayores, la de tus hijos, los hombres…
Qué principio de cohesión, de unión, interacción armoniosa entre todos sus componentes físicos!.. Montaste toda la persona sobre un esqueleto trabado de músculos y nervios!.. Armaste toda una trama o red de irrigación para que el oxígeno y la alimentación llegue a todos los tejidos!..
Dotaste al hombre de un sistema de alimentación que selecciona cada componente necesario…
Y sobre todo has hecho que el hombre piense, razone, pueda discernir y sacar conclusiones… y llegar a conocer cosas que no estaban al alcance de su mano…
Señor, nos has dado la vista… que llena de colores todo nuestro ser!... Nos permites ver, reconocer, distinguir las cosas por sus colores, por su tamaño, por su movimiento…
nos has dado capacidad de progresar en el conocimiento…
Y sobre todo, me has distinguido de los demás animales, porque puedo comunicarme contigo y con mis hermanos…
Has puesto en mí un “soplo” tuyo… un hálito tuyo… algo de tu divinidad… me has hecho hijo tuyo!...
A pesar de todo tu esmero en la creación de tu creatura preferida, ésta te ha dado vuelta la cara, y creyó saber más que Vos, y quiso decidir lo que era bueno o malo a espalda tuya… quiso “SER”, él mismo, cuando depende de Ti su existencia… Tu lo has hecho para que sea feliz junto a Ti... y él dijo: “NO!” “Yo me basto!”…
Tu, ante esa rebeldía, no lo dejaste solo… Sufrió las consecuencias de su rebelión… pero tanto era tu amor por él, que les “hiciste túnicas de piel para que cubran su vergüenza”…
Nunca lo dejaste solo. Lo llamaste a través de su conciencia, esa vocecita interior que pusiste en él…
Le enviaste castigos… Le enviaste profetas… y no reaccionaba. Le diste leyes para que pueda vivir feliz compartiendo con los demás… hasta que le enviaste a tu Hijo Único!... para que nos hablara clarito, con nuestras palabras (no ya con truenos y rayos, ni briza ni fuego…!) para que te entendiéramos…
“Qué es el hombre para que tanto te acuerdes de él?...”
lunes, 22 de marzo de 2010
Cruz... Cruces... crucecitas...de todo tamano y color
A todos los abuelos y abuelas, que están atados a sus camas, a sus sillas de rueda… por la edad, por enfermedad…
A todos los hermanos y hermanas que están atados a diálisis semanal…
A los que están atado a la “quimio”, mensual, diaria… semanal…
A los que están atados al control diario de la diabetes, para sentirse bien…
A los trasplantados que están atados a controles periódicos, para poder seguir viviendo…
A los que están atados a tratamientos de recuperación…
A los que luchan en sus cuerpos contra la droga, el alcohol… la soledad...etc…
A todos aquellos que se encuentran atados a una cruz… o mejor: que se les ha “pegado” a la piel una cruz… cruz que para uno es grande y oprime, ahoga y llena de angustia…
para otros puede ser pequeña, pero es hiriente, aguda y causa mucho dolor… mucha angustia, miedo… cansancio…
Ante ellas, podemos asumir dos posturas…
Puedo renegar de ella, protestar, enojarme con Dios… y “me la tengo que aguantar” de igual modo!...
Ó puedo asumir otra… que no me va “despegar” esa cruz… pero la voy a ver de otra manera:
Puedo decirle a Dios, que:
“si Vos, Señor, así lo has determinado, está bien!... Acepto tu decisión… pero que esto que debo sobrellevar, no sea algo inútil y sin sentido!..
Sé que tu sacas el bien del mal… por eso te entrego esta situación dolorosa… para que en tus manos tenga VALOR, tenga sentido!.. para que en mi vida no sea un absurdo!..
Lo acepto… pero que sea “útil” para algo!... para alguien…
Te lo ofrezco por las almas del purgatorio (para que pronto estén gozando de tu presencia!..)
Te lo ofrezco por mi conversión, por la de mi familia, por la del mundo entero…
Te ofrezco este dolor, esta angustia, este pesar, este malestar, este cansancio, este miedo… por tus sacerdotes, para que sean santos…
Por los que nos han pedido oración… para que los bendigas…
Quiero, Señor, de este modo, compartir tu Cruz… quiero “completar en mi persona lo que falta a tu cruz…”
Quiero que yo y mis hermanos, transformemos nuestras vidas, en esperanza y confianza en tu Poder y tu Amor…
Gracias, Señor, porque de este modo puedo siempre ser útil a todos mis hermanos…”
Y quién no tiene alguna cruz?.. alguna crucecita?.. (del tamaño y color que busqués!)
Porqué poner una mala cara, si – justamente - fuimos salvados a través de una “Cruz”… y qué cruz!..
Más, ahora sabiendo que mi cruz es como una astilla de la de Jesús… porque la puedo acercar a la de El!.. y “redimir” junto con El!.. puedo “ayudar” a los demás!..
Danos la alegría en medio de las lágrimas, Señor!..