Alianza de Amor con los hombres
El Génesis trata de un reconocimiento de Dios como único Creador y Señor de todo, y nos hace ver al mundo como un ámbito creado por Dios para realizar su Alianza de Amor con los hombres.
Ya desde el pecado de Adán y Eva hay una promesa de Dios: (Gen.3,15):” Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre su linaje y el tuyo. El te aplastará la cabeza y tu le acecharás el talón”
Luego el pecado de la humanidad fue creciendo…
Después del Diluvio, Dios dirá: “Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque los designios de su corazón humano son malos desde su juventud…(8,21-22) Y luego bendijo a Noé y a sus hijos (9, 1ss) Y establece su “Alianza” con ellos y todos los seres vivientes… Ya no volvería a exterminarlos… (Gen.9,8ss) Y pone como signo de su Alianza con la tierra el “Arco Iris”… “cuando aparezca, Yo me acordaré de mi alianza. Es “una alianza eterna”. (v.16)
Es una Alianza donde sólo Dios se compromete!.. (Aquí no pone ninguna exigencia de parte del hombre.)
Pero los pecados de la humanidad continúan, ya en los mismos hijos de Noé: maldición de Canaán… y en la torre de Babel queda de manifiesto el empecinamiento del hombre en la maldad…
Hasta que llama a Abram… le promete bendiciones a él y a sus descendientes (Gen. 12,1ss)… Y hace una “Alianza” con Abram (Gen 15,7-21): la tierra prometida… Y luego renueva Dios la “Alianza” con Abraham, pero ahora está condicionada: “camina en mi presencia y sé irreprochable!”, y Dios le dará una “descendencia muy numerosa” (Gen. 17,1-2)
Y la “Alianza” es extensible con su herencia o linaje. “Yo seré tu Dios… por tu parte: serás fiel a mi Alianza” (Serás “mi” pueblo…) y como señal, todos los varones serán circuncidados…
Dios renueva sus promesas a Isaac (Gen 26,23-24)
Estando los descendientes de Jacob en Egipto, Dios se acordó de ellos, y llamó a Moisés para liberarlos (Éxodo).
En medio del Desierto, Dios da normas de vida a su Pueblo a través de Moisés: la “Alianza del Sinaí”: una alianza de Dios con “SU” pueblo: así Dios se une a “su” pueblo de un modo particular: lo convierte en “su” Pueblo. Pueblo “consagrado” a El, a su servicio entre todas las naciones… Aquí comienza un diálogo entre Dios y su Pueblo…
No es un “pacto” entre iguales: la iniciativa es de Dios… pero al hombre le toca responder… y comprometerse con gratitud y fidelidad a este extraordinario privilegio (“A ningún otro pueblo así trató”).
Liberado el Pueblo de la esclavitud de Egipto, lo llama a instaurar en la tierra el reinado de la Justicia (Decálogo): justicia frente a Dios (los 3 primeros mandatos) y frente a los demás hombres (los 7 restantes)
El Pueblo Judío, el elegido, a través de la historia se olvidará, rechazará esta alianza: será “infiel”. Pero Dios es Fiel!.. y sale nuevamente en búsqueda del hombre… Envía Profetas para que despierte y cambie!
Hasta que al final de los tiempos, envía a su Propio Hijo… para que asumiendo nuestra humanidad (menos el pecado), reparara nuestra ofensa, y nos diera los medios necesarios para poder serle fiel a su “Nueva Alianza” y Eterna, que selló con su Sangre en la Cruz!
Jesús se compromete - nuevamente - a no dejarnos solos “Estaré con Uds. hasta el final de los tiempos!”
Su Presencia de Resucitado se realiza de muchos modos: a través de su Palabra, de sus Sacramentos, de sus Apóstoles, y de un modo especial a través de la Eucaristía: donde explicita : “Esta es MI Sangre, la Sangre de la Alianza” (Mc.14,24)… y: “…la “Nueva Alianza”, sellada con MI Sangre, que se derrama por Ustedes…” (Lucas 22,20)
Qué más podría dar Dios a los hombres, que no lo haya hecho?..
Dios que se obliga en las personas de sus Apóstoles a realizar maravillas… El Sacerdote dice: “Este es mi Cuerpo” y Dios le obedece al instante!.. lo hace!.. Dice: “Yo te perdono”, y en el Cielo lo hace Dios!... etc
Tan importantes somos para Dios?... para que nos tenga tan en cuenta?...
Esta es la “Alianza”...
“…EL Señor pone en ti su deleite… Como un joven se casa con una virgen, así te desposará el que te reconstruye; y como la esposa es la alegría de su esposo, así serás tu, la alegría de tu Dios”.(Is.62,1-5)
Así gritaba Isaías a Jerusalén… Así te haba – hoy – tu Dios… Mira qué declaración de Amor,… inaudita y encendida…
Que te despierte, te empuje a corresponderle y a quererle con toda tu alma!...
16-01-2010