Mi Perro... una última lección...
Mi perro que "no llevó una vida de perro"... pero "terminó muriendo como un perro!"
Antes de partir... me dio otra lección de lucha...
Terminó sus últimos días casi ciego... caminando con mucho esfuerzo... dejó de comer y de tomar agua... chocando con las patas de las sillas...
Un fin duro... No aflojó hasta el último día!
Aguerrido! Porfiado! Gruñón...
Por qué los animales tienen que sufrir tanto?.. Qué han hecho?..
Los humanos podemos dar valor a nuestros dolores junto a los de Jesús... pero los de ellos?..
Qué misterio, el del dolor...
Reflexionando, me vino a la mente las Palabras de San Pablo, cuando habla del sufrimiento:
"Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente, no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto: toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella (la creación) quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción, para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gima y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella, también nosotros que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la plena filiación adoptiva, la redención de nuestro cuerpo..." - Rom.8,18-23
Mi perro me recordó que él tuvo que sufrir el dolor, la enfermedad, la muerte... sin tener culpa.
Que toda la naturaleza (incluido él) gime, esperando ansiosamente la revelación plena de los hijos de Dios... para ser liberados de la esclavitud de la corrupción... y participar de la Gloriosa libertad de los hijos de Dios..."
No sólo nuestras mascotas,
sino toda la naturaleza gime...
a causa del desorden (de nuestros pecados) que ponemos nosotros en nuestro alrededor... desde nuestros primeros padres... hasta hoy...
Aún... de a ratos me parece ver su sombra, caminando en la galería... pero ya no está más.
Sólo su recuerdo...
y una acción de gracias a Dios por darnos las mascotas para alegrar nuestra existencia...
.........
Ante mi pena, al ver el sufrimiento de este animalito... me tuve que reprochar...
Me amargo por un animalito que sufre... porque lo veo...
Pero... cuántos niños están sufriendo hambre, sed... y me lamento por un animal!
El desastre de la guerra... que rompe familias... que rompe los cuerpos humanos... que marca los espíritu enfermando de odio...
Pero, como están lejos...
Perdóname, Señor, y ten piedad de todos...
Acelera tu venida, Señor, antes de que el hombre haga más daño!..
Libéranos a nosotros y a toda tu creación!.. Amén.
Mi perro que "no llevó una vida de perro"... pero "terminó muriendo como un perro!"
Antes de partir... me dio otra lección de lucha...
Terminó sus últimos días casi ciego... caminando con mucho esfuerzo... dejó de comer y de tomar agua... chocando con las patas de las sillas...
Un fin duro... No aflojó hasta el último día!
Aguerrido! Porfiado! Gruñón...
Por qué los animales tienen que sufrir tanto?.. Qué han hecho?..
Los humanos podemos dar valor a nuestros dolores junto a los de Jesús... pero los de ellos?..
Qué misterio, el del dolor...
Reflexionando, me vino a la mente las Palabras de San Pablo, cuando habla del sufrimiento:
"Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente, no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto: toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella (la creación) quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción, para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gima y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella, también nosotros que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la plena filiación adoptiva, la redención de nuestro cuerpo..." - Rom.8,18-23
Mi perro me recordó que él tuvo que sufrir el dolor, la enfermedad, la muerte... sin tener culpa.
Que toda la naturaleza (incluido él) gime, esperando ansiosamente la revelación plena de los hijos de Dios... para ser liberados de la esclavitud de la corrupción... y participar de la Gloriosa libertad de los hijos de Dios..."
No sólo nuestras mascotas,
sino toda la naturaleza gime...
a causa del desorden (de nuestros pecados) que ponemos nosotros en nuestro alrededor... desde nuestros primeros padres... hasta hoy...
Aún... de a ratos me parece ver su sombra, caminando en la galería... pero ya no está más.
Sólo su recuerdo...
y una acción de gracias a Dios por darnos las mascotas para alegrar nuestra existencia...
.........
Ante mi pena, al ver el sufrimiento de este animalito... me tuve que reprochar...
Me amargo por un animalito que sufre... porque lo veo...
Pero... cuántos niños están sufriendo hambre, sed... y me lamento por un animal!
El desastre de la guerra... que rompe familias... que rompe los cuerpos humanos... que marca los espíritu enfermando de odio...
Pero, como están lejos...
Perdóname, Señor, y ten piedad de todos...
Acelera tu venida, Señor, antes de que el hombre haga más daño!..
Libéranos a nosotros y a toda tu creación!.. Amén.
Carcarañá, 26-07-2014