viernes, 14 de junio de 2013

Nuestra VIDA debe oler a Cristo.
La frase “nueva evangelización”.

El Papa Francisco destacó la certeza “cada vez más clara de que, también en los países de antigua tradición cristiana, es
necesario un anuncio renovado del Evangelio que vuelva a llevar a un encuentro con Cristo que transforme realmente la vida y no sea superficial y rutinario. Y esto repercute en la acción pastoral”.

El obispo de Roma citó en este sentido las palabras de Pablo VI en su discurso al colegio cardenalicio en 1973: “Las condiciones de la sociedad nos obligan a revisar los métodos, a tratar con todos los medios de estudiar cómo llevar al hombre de nuestros días el mensaje cristiano con el que solamente puede encontrar la respuesta a sus interrogantes y la fuerza para su compromiso de solidaridad humana”.

“Quiero alentar a toda la comunidad eclesial a que no tenga miedo de ‘salir’ de ella misma para anunciar, confiando sobre todo en la presencia misericordiosa de Dios que nos guía.
Efectivamente, las técnicas son importantes, pero ni siquiera la más perfecta de ellas podría sustituir a la acción discreta pero eficaz del actor principal de la evangelización: el Espíritu Santo.
Es necesario dejarse conducir por Él, aunque nos lleve por caminos nuevos;
es necesario dejarse transformar por Él, para que nuestro anuncio sea siempre el de la palabra acompañada por la sencillez de vida, del espíritu de oración, de la caridad hacia todos, especialmente los pequeños y los pobres; de la humildad y del desapego de sí mismo, de la santidad de vida.”

(Tomado de AICA - 13-06-2013)