Tres palabras… una frase trillada… pero que no la pensamos a FONDO…
Hagamos incapié en una de ella: “nuevo”…
“Feliz Año “NUEVO”…
Que realmente sea “nuevo”!... es decir: que para el año entrante dejemos de lado todas nuestras porquerías, chanchullos,… toda maldad, toda mentira, toda coima, negociado… no estoy hablando de políticos.. NO!... Es para todos nosotros…
San pablo dice “dejar atrás al hombre viejo”… “sepultarlo”… toda levadura “vieja”, dice Jesús.
Aquello que no queremos que los demás nos hagan a nosotros…
Cuidado… no hablemos (si quieren) de las virtudes cristianas… Algunos enseguida pensará que esto tiene olor a sacristía…
Por ahora, hablemos sólo de virtudes humanas…:
Quién no quiere que lo amen en verdad?
Que lo respeten?
Que no le mientan?
Quien no quiere que sean justo con él?
Que se le mantenga la palabra que le dieron?
Que no haya doble vida ni doble discurso?...
Que no reine la corrupción ni la coima?...
Es cierto… apuntemos a ello en este año que comienza… que sea “nuevo”…
Aunque a fin del año que viene volvamos a decir algo igual… pero que hubo un poquito de mejoría general!..
“Si… pero que hago yo solo en medio de un mundo corrupto y egoísta?...”
La Madre Teresa de Calculta respondió a eso, diciendo que sí, que lo que podamos hacer nosotros es una pequeña gota en el océano… pero si al océano le falta esa gota, no estará completo… algo le faltará!
Jesús fue claro: “Ustedes son la sal… la luz… la levadura…”
Si somos “sal”, a nuestro alrededor no habrá corrupción…
Si somos “luz”, a nuestro alrededor no habrá tinieblas…
Si somos “levadura”, algo a nuestro lado cambiará!..
Feliz Año “NUEVO”… REALMETE “NUEVO”!...
Y a fin del año que viene, tendremos otro rostro!
Sonreiremos porque algo conseguimos!