ANUNCIACION... (Lucas 1, 26-38)
Cuando el Padre ordena a Gabriel bajar a la tierra, para pedirle la conformidad a María, el Cielo se silencia…
se callan todas las voces y alabanzas…
Hay un silencio expectante…
se estaba jugando la salvación de todos los hombres…
El Padre mandó a Gabriel a preguntarle a María, si quería ser la Madre del Salvador… aunque El la había preparado para ello…
Esa salvación dependía de un pequeñísimo “Sí”,
el “sí” de una Niña…
la respuesta de María al deseo de Dios Padre!..
En ese momento no se movía una hoja en el Jardín Celestial!... todos atentos a los labios de esta Jovencita… Un silencio denso…
A María la toma de sorpresa… Era mucho lo que Gabriel le decía… y además:
“cómo puedo tener un hijo, si yo te prometí mi virginidad…?”
En el Cielo se sintió un rumoreo inquietante…: La Virgen pregunta y no responde!..
Pero… el Padre Dios es delicado, no fuerza a nadie, respeta la libertad que le dio a los hombres…
Pero - ahora - está seguro de que esa libertad le será fiel a sus proyectos…
y no como con Adán y Eva…
Entonces… cuando se escucha en el Cielo el “Sí” de María, irrumpió la algarabía!..
Cantos, alabanzas, danzas... hosannas!.. revolotear de ángeles…
porque el “Sí” equivalía salvar al hombre…
era la contribución que Dios Padre quiere del hombre,
para que se haga realidad esa Salvación!...
